Momento de separarse?
Cómo saber si llegó la hora de dejar a tu pareja
Al empezar o finalizar una relación es clave escucharse,
diferenciar mente y emociones y tomar decisiones.
17/02/2021 10:18
Clarín.comRelaciones
Actualizado al 17/02/2021 10:18
Llevo 7 años de relación con mi pareja, con momentos mejores
y peores. Nos casamos y nos compramos un departamento. Yo estaba muy ilusionada
con todo pero, después de estabilizarnos, no dejo de tener dudas de si quiero
estar con él o no. Me doy cuenta que ya no me despierta lo mismo que antes (y
no hablo solo del principio, cuando todo es ideal) y no sé el motivo. Eso me
hace estar 24 horas al día pensando en qué me ocurre, sin saber qué paso dar ni
qué decisión tomar. Gracias por leerme y ojalá escriba un artículo sobre este
tema.
Toda relación pasa por momentos más calmados, positivos y de
bienestar, y otros más convulsos, de distanciamiento y/o conflicto. Lo más
importante es tener claro lo que uno mismo necesita y qué siente por la pareja.
La posibilidad de poder empezar una relación y de poder
terminarla es algo permitido y aceptado socialmente a día de hoy. Comparado con
años atrás (y no hablo de tantos), es un gran avance hacia la igualdad y la
libertad, aunque, también implica aprender a gestionar las propias emociones y
las del otro. Es importante saber escucharse a uno mismo, saber diferenciar
mente y emociones, y aprender a tomar decisiones. Todos estos puntos son
esenciales para saber si queremos seguir con nuestra relación de pareja o
deseamos terminarla.
Cuando en consulta me viene una persona con este
planteamiento, con la duda de que no sabe si quiere o no continuar con su
relación, me doy cuenta que su mente es un caos de pensamientos contradictorios
y desordenados y que se pasa el día pensando en mil y una alternativas y
opciones, pero sin conseguir llegar a una conclusión.
Esto desgasta anímica, energética y emocionalmente. Por
ende, lo primero que hay que hacer es ordenar todo lo que uno piensa y siente.
Si te encontrás en esta situación, te animo a distribuir en tres bloques
distintos lo que pensás y sentís:
Una reflexión ordenada
1. Las necesidades personales
Muchas veces una relación no se termina porque ésta no vaya
bien, sino porque las necesidades personales han cambiado. Quizás cuando empezaste
tenías otra edad, con otras prioridades, pero con el paso del tiempo has ido
viviendo, teniendo experiencias, madurando y, a día de hoy, eres una persona
distinta.
Cuando esto ocurre nos cuesta permitirnos sentirlo y verlo
como algo “justificable” y lo suficiente importante para dejar una relación. Y
más si ésta tiene un componente de compromiso elevado, sean los años juntos,
hijos, hipoteca, matrimonio, etcétera. Todo motivo reflexionado y sentido es de
peso. Si dudamos de ello conllevará no ser capaces de ser honestos y sinceros
con nosotros mismos.
2. Tipo de vínculo-relación
Se trata de poner y analizar aquí aquello que no funciona
como pareja, las dinámicas negativas, las carencias. Por ejemplo, la
comunicación, el afecto, el ocio, la sexualidad, el reparto de tareas,
etcétera. Este campo es el que tiene más opción de trabajo y cambio siempre y
cuando ambos miembros se responsabilicen de su parte y pongan todas las ganas y
energía para cambiarlo.
La dificultad que puede surgir es que cada uno busque unas
dinámicas opuestas o distintas, que uno de los dos no se haga cargo de su parte
y no quiera trabajar en ello, o que lo viva de distinto modo. Si esto ocurre lo
que recomiendo es intentar hacer los cambios que dependen de uno y ver si el
efecto que provoca es positivo y suficiente para que sea la relación que uno
desea. Y si eso no ocurre, aprender a tomar una decisión
. Los defectos del otro
En el tercer bloque de pensamientos trata de plasmar
aquellas cosas que no nos gustan de nuestra pareja, características de ella.
Puede ocurrir que el tipo de persona que elegiste en su momento no es el tipo
de persona que elegirías y quieres a día de hoy a tu lado. Por supuesto, la
perfección no existe, y debemos buscar un equilibrio lógico. Pero si son
aspectos fundamentales y claves para vos deberías prestarle atención y
reflexionar sobre esto.
Superar los miedos
Como ver el primer paso es ordenar para poder entender,
ubicar y así luego posicionarse. Por supuesto detrás de la decisión de seguir o
separarse aparecen los miedos: miedo a la soledad, a la incertidumbre, a los
cambios, a la pérdida de seguridad y comodidad, etc. Hay que lidiar con ellos,
hacerles frente y que no sean un condicionante para evitar posicionarse.
La decisión: aceptación, ruptura o resignación
La decisión puede tener 3 caminos. El primero es la
aceptación: seguir con la pareja aceptando que no es perfecto, pero sabiendo
que es lo que uno quiere.
La segunda opción es la separación: decidir la ruptura al
ver que hay motivos insalvables que cada vez harán más mella en la relación.
La pareja puede no ser perfecta y aún así decidir que se
quiere continuar con ella. Y el tercer camino es la resignación: saber que no
es lo que se quiere, pero asumiendo que por ahora uno no es capaz de decidir
romper, por los motivos que sean.
Toda opción es legítima siempre que se tome con conciencia y
honestidad con uno mismo.
Por Núria Jorba, para La Vanguardia
Nenhum comentário:
Postar um comentário